Época medieval y moderna
La conquista feudal de este país del Xarq al-Andalus y la creación por el Rey Jaime I del nuevo Reino de Valencia, provocará un cambio radical en el futuro de estas tierras. Los conquistadores cristianos traerán una nueva lengua y una nueva cultura que arrinconará y acabará por expulsar a los musulmanes valencianos, en un proceso saldado definitivamente el 1609 con la expulsión de los moriscos del Reino de València.
Xàbia y su entorno fueron conquistados en el 1244. Pronto, esos nuevos pobladores venidos del norte se asentaron en el solar que ahora ocupa la villa. Aquel primitivo núcleo, creado de nuevo, sin ningún precedente urbano anterior, fue amurallado, presentando una planta seguramente cuadrangular, que seria el origen del actual pueblo. Pasado el tiempo, el espacio amurallado debió ampliarse hasta definir, ya en el siglo XVI, el mismo perímetro que ahora circunda la ronda.
Hacia mediados del siglo XIX, la villa amurallada tenia cuatro puertas y diversos arrabales fuera de las murallas que habían ido creciendo desde finales del siglo XVII y sobre todo en el XVIII. Entre ellos destaca el del Convent, creado alrededor del Camino de València, al sudoeste del pueblo.Todas estas estructuras defensivas, así como las torres y fortines del litoral - torres de Sant Antoni, el Portitxol y Ambolo; castillos de Sant Jordi, Sant Martí y de la Granadella -, las casas fuertes levantadas en el Pla, y incluso la iglesia-fortaleza de Sant Bertomeu, obedecían a una misma preocupación: el miedo a las incursiones de los piratas del norte de África.
Precisamente, ese temor hará del término un espacio casi despoblado, con una población concentrada y encerrada en la vila. Será a partir del siglo XVIII, gracias a la finalización de las incursiones piráticas y por el fuerte crecimiento demográfico y económico de esos momentos, cuando se abrirán nuevas tierras de cultivo y se multiplicarán por todo el territorio casetas con la típica portada de arco de medio punto.
De este periodo se muestran en las vitrinas del museo cerámicas comunes y de vajilla fina de los siglos XIV al XVIII salidas en gran manera, de los talleres de Paterna/Manises, decoradas en verde y morado, azul y reflejo metálico; también copas, botellas y otras piezas de vidrio de los siglos XVI-XVIII así como algunas cerámicas italianas de los siglos XVI-XVIII que nos indicarían los contactos comerciales con la Italia norte occidental, todos ellos, materiales recuperados mayoritariamente en el subsuelo de la villa de Xàbia. De los siglos XVII-XVIII son algunos elementos escultóricos y el Hebdomadario pintado al óleo, objetos salvados de los altares de la iglesia de Sant Bertomeu y la capilla de Santa Anna. Mención especial merece el cuadro de San Joaquín, santa Ana y la virgen niña procedente de la ermita de Cansalades, y sobre todo una tabla del Salvador atribuida al taller de Joan de Joanes, pintada la primera en el siglo XVII y la segunda entre los años 1570 y 1579.
Junto a estos materiales se muestran otras piezas, tales como son algunas balas de cañón de los castillos litorales o elementos arquitectónicos de los siglos XV-XVI procedentes, básicamente, de la Casa Palacio de los Sapena.