19 - Crecimiento económico

El siglo XVIII. Perdida de los Fueros y crecimiento económico

El siglo XVIII se inaugura con la Guerra de Sucesión (1705-1714), conflicto bélico que tendrá como consecuencia la desaparición del régimen foral valenciano y el sometimiento del Reino de Valencia a las leyes y la administración castellanas por “...justo derecho de la conquista que de ellos han hecho últimamente mis Armas ...” . En este conflicto, el Consell de la villa  las elites xabieras apoyaran a Felipe V de Borbón,  la opción triunfadora. Pero el siglo XVIII es también, de forma general en País Valenciano,  un periodo de fuerte crecimiento demográfico y económico. En Xàbia, esa pujanza se vio favorecida por dos hechos de especial relevancia; por un lado, el triunfo de la opción borbónica en la guerra de Sucesión a la Corona de España, que había sido apoyada por Xàbia por lo que la villa recibirá privilegios y atenciones de la Corona,  y por otro, por la casi total desaparición de las incursiones piráticas en el litoral valenciano, circunstancia que permitirá a la población ocupar y construir en zonas que hasta a ese momento habían estado prohibidas por el temor a los ataques de los corsarios norte africanos.
Los estudios demográficos sobre Xàbia, indican un fuerte crecimiento de la población a partir del 1735, cuando pasa de los 1432 habitantes, a 3.000 habitantes de 1793. Ese  incremento poblacional motivará la rotura de nuevas tierras,  con la ampliación de la superficie cultivada en muchos casos gracias al aterrazamiento sobre las vertientes más óptimas, o incrementando el rendimiento de las tierras del Pla y la Vall con la construcción de norias y balsas para el riego.      Sin embargo, no todo eran transformaciones y crecimiento. Uno de los peores periodos padecidos en Xàbia en el siglo XVIII fue consecuencia de la fortísima tempestad de dos días, con agua y piedra, del otoño del 1788, que provocó la “...total desolazión de Arboles fructiferos y frutales, de todo genero de Animales y ultimamente un destrozo total de Campos, Sembrados y por sembrar...”.
Al margen de los desastres naturales, las enfermedades y  las hambrunas producidas  en el siglo XVIII, el fuerte impulso demográfico y la finalización de la inseguridad provocada por las incursiones berberiscas, harán aparecer nuevos arrabales alrededor de la villa amurallada y a la vez, se levantaran por todo el termino, especialmente en las zonas más ricas agrícolamente, unos habitáculos muy característicos de planta rectangular, con una o dos crujías y cubierta de teja a un agua o dos, caracterizadas por la utilización en la puerta de acceso a la casa, de un arco de medio punto hecho con dovelas de tosca. Estas casas, que marcaran el fuerte impulso de la colonización agrícola del siglo XVIII, serán la base para la posterior aparición y desarrollo del riurau, la arquitectura más característica y singular de Xàbia y la Marina Alta.

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